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Depresión postparto: síntomas, causas y tratamiento.

Postparto

La depresión postparto es una realidad mucho más frecuente de lo que generalmente se espera. Su prevalencia varía entre un 3 y un 30% durante el primer año después del parto, lo cual es una cifra sorprendentemente alta. Socialmente, tendemos a asociar la maternidad con emociones positivas como la satisfacción, la felicidad, el júbilo y la realización personal. Y aunque en muchos casos esto es cierto, también existe un grupo bastante amplio de mujeres que no experimentan esta etapa de su vida de la misma manera. Estas mujeres, en algún momento del puerperio, comienzan a manifestar síntomas de depresión.

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN POSTPARTO?

La depresión postparto no se diferencia mucho del cuadro depresivo que podemos diagnosticar en otros momentos del ciclo vital de una persona. Sin embargo, esta condición particular nos permite identificar el momento exacto o las razones específicas por las que se experimenta, ya que el momento de aparición se sitúa entre la semana 4 y 30 tras el nacimiento del bebé. Suele manifestarse con síntomas incapacitantes para las tareas de cuidado que requiere un recién nacido.

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SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN POSTPARTO

A pesar de que no existen grandes diferencias entre el cuadro clínico de la depresión postparto y cualquier otro tipo de depresión, entre los síntomas más comunes encontramos:

  • Bajo estado de ánimo
  • Apatía
  • Anhedonia (incapacidad para sentir placer)
  • Angustia
  • Falta de apetito
  • Insomnio o hipersomnia (dormir demasiado)
  • Pensamientos suicidas

Estos síntomas están presentes la mayor parte del día, todos los días, durante al menos dos semanas, y tienen un impacto significativo en el funcionamiento personal, en este caso de la madre.

La particularidad de la depresión postparto es que toda esta sintomatología puede exacerbarse debido a la falta de confianza en las nuevas tareas que la madre debe realizar, y en la forma en que se llevan a cabo, así como por las expectativas irreales que se pueden tener sobre la maternidad y la baja autoestima que puede resultar de este período de dudas, cambios y temores.

La autopercepción de la madre puede verse profundamente afectada, así como sus relaciones interpersonales y sociales, lo que puede llevar a un aislamiento que sólo agrava la situación.

CAUSAS DE LA DEPRESIÓN POSTPARTO

Aunque resulta imposible definir cuál o cuáles pueden ser las causas de aparición de esta sintomatología, sí es cierto que existe una serie de factores de riesgo que pueden hacernos más proclives a manifestar este tipo de cuadro clínico:

Factores de riesgo de mayor asociación con depresión postparto:

  • Antecedentes personales de baja autoestima, depresión y depresión postparto previas
  • Relaciones de pareja o con el padre del bebé difíciles y/o redes de apoyo insuficientes
  • Cuadros ansiosos, depresivos y de estrés durante el embarazo

Factores de riesgo de asociación más débil con depresión postparto:

  • Antecedentes familiares de problemas mentales, vulnerabilidad genética de la madre y/o tristeza postparto severa
  • Características de personalidad y estilos cognitivos tendentes a la negatividad
  • La experiencia del parto y las complicaciones obstétricas
  • Características de salud y temperamento del recién nacido

DIFERENCIA ENTRE DEPRESIÓN POSTPARTO Y BABY BLUES

Sean cuáles sean las características de personalidad de cada una de las mujeres que pasan por el proceso de convertirse en madres, lo cierto es que es una experiencia que requiere de una adaptación. Es lógico y congruente que ante esta nueva situación aparezcan emociones (mal llamadas) “negativas”: nervios, inquietud, miedo… Lo normal y esperable, es que durante las primeras semanas postparto, cerca del 80% de las madres experimenten un cuadro denominado baby blues y que se caracteriza por:

  • Inestabilidad emocional
  • Tristeza
  • Insomnio
  • Llanto
  • Fatiga e irritabilidad
  • Ansiedad

Este cuadro cursa entre el tercer y el décimo día postparto y ha sido asociado con los cambios hormonales de la etapa, por lo que no requiere de ningún tipo de tratamiento, sino más bien de la compañía, apoyo y comprensión de la familia.

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Es si estos síntomas se extienden más de dos semanas con además la aparición de los que hablábamos antes, cuando podríamos estar hablando de un diagnóstico de depresión postparto y sería necesaria la ayuda e intervención de un profesional de la salud mental.

TRATAMIENTOS PARA LA DEPRESIÓN POSTPARTO

A pesar de los números de prevalencia de este trastorno (recordemos: una prevalencia oscilante hasta el 30% de las mujeres que han dado a luz), es cuanto menos llamativo la escasez de estudios que podemos encontrar referentes al tratamiento e intervención de una realidad que no solo afecta a las madres que la padecen, sino también a sus hijos y sus familias.

Aun así, los datos obtenidos hasta la fecha nos permiten establecer que desde un punto de vista no farmacológico, es la Terapia Cognitivo-Conductual,** junto con algunas técnicas derivadas de las Terapias de TeLa tercera Generación se presenta como la mejor opción de tratamiento para estos cuadros clínicos, ofreciendo una alternativa efectiva y confiable. No obstante, es esencial no pasar por alto el papel fundamental que pueden desempeñar los grupos de apoyo con mujeres que comparten la misma situación. Estos grupos, en los que las mujeres pueden compartir sus experiencias y obtener ayuda mutua, son esenciales para el bienestar emocional. Además, es crucial tener a disposición una red segura de apoyo práctico que puede ayudar en el desempeño de las tareas y obligaciones cotidianas.

Finalmente, y a modo de prevención, es imprescindible destacar dos aspectos fundamentales. El primero es la importancia de la normalización y validación emocional. Si mis sentimientos no se alinean con lo que socialmente se espera de mí (como sentirme feliz, dichosa, satisfecha, plena…), es importante recordar que no es algo que decida de forma consciente ni por elección. Mis emociones son válidas y no deberían ser motivo de juicio.

El segundo aspecto es la importancia de la información. Conocer en profundidad en qué consiste este trastorno, cuáles son sus formas de presentación, dónde puedo buscar ayuda y qué recursos están disponibles para mí es fundamental. Si estoy bien informada sobre las dificultades que presenta la depresión postparto y conozco los recursos a mi disposición, estaré en una mejor posición para tomar decisiones y actuar de forma efectiva.

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